La ubicación del colmenar es un factor de extrema importancia para conseguir productos de las abejas libres de contaminación. También para el buen desarrollo de las colmenas. Vemos lo básico.

Índice
- Introducción
- La ubicación del colmenar deseada por todos
- Aspectos básicos para la ubicación del colmenar en apicultura ecológica
- ¿Qué dice la normativa ecológica sobre la ubicación del colmenar?
- ¿Es suficiente esta distancia para evitar la contaminación?
- Casos prácticos para la ubicación correcta del colmenar
- Conclusión y resumen
Introducción
La ubicación del colmenar es un factor limitante y de gran importancia para el apicultor que quiere hacer apicultura ecológica.
Este no puede colocar sus colmenas en cualquier sitio, sino que los asentamientos deben cumplir ciertos requisitos. El objetivo es evitar que llegue a la colmena cualquier tipo de contaminación.
El fin último de la apicultura ecológica es conseguir productos libres de compuestos químicos de síntesis. Para lograrlo, la ubicación del colmenar es clave.
Como veremos, el comportamiento de recolección de la abeja hace que esto sea complicado de conseguir.
Las abejas son bioindicadores excelentes. Muchos de los contaminantes ambientales existentes en el radio de vuelo y recolección de las abejas pueden llegar a la colmena. Por lo tanto, ubicar el colmenar lejos de esas fuentes de contaminación puede ayudar a evitarlo.
La ubicación del colmenar deseada por todos
Ningún apicultor puede poner en duda que esta ubicación de los colmenares es la deseada por todos, convencionales o ecológicos.
Con ella, además de tratar de evitar el ingreso en las colmenas de contaminantes y agrotóxicos a efectos de los requisitos de la certificación ecológica , eludimos la exposición de nuestras abejas a pesticidas y agroquímicos.
Esta exposición es causa de intoxicaciones y mortandades agudas así como crónicas. Las crónicas son debidas a su acumulación en la cera y el polen almacenado a niveles subletales pero tóxicos y perjudiciales para las abejas (1).
Aspectos básicos de la ubicación del colmenar en apicultura ecológica
Como vimos en el artículo sobre el problema de la alimentación en apicultura ecológca, garantizar el bienestar animal es la base de la producción ganadera ecológica.
En apicultura, además de dejar suficientes reservas de miel y ser cuidadoso con el manejo de la reproducción, la ubicación del colmenar es fundamental.
No sólo en apicultura ecológica, sino en apicultura en general, ubicar el colmenar correctamente es garantizar el éxito de la producción.
Los aspectos básicos y de mayor importancia son:
- que exista vegetación de interés apícola suficiente para garantizar la nutrición adecuada de las abejas y proximidad de una fuente de agua
- que el número de colmenas existentes en la zona sea lo más bajo posible.
- colocar el menor número de colmenas posible en el colmenar
El primero de los puntos es obvio.
Cuanto mayor sea el número de colmenas en una zona y dentro del colmenar, menor será su grado de desarrollo y la producción.
Además, a mayor número de colmenas, mayor dispersión y contagio de las enfermedades entre los colmenares, especialmente de la varroosis.
A mayor número de colmenas y colmenares en la zona, mayor dificultad para controlar varroa. Y cuantas más colmenas en el colmenar, también será más complicado mantener varroa bajo control.
La ubicación del colmenar, así como la disposición de las colmenas dentro de él, puede influir de manera notable en los niveles de varroa de tus colmenas.
¿Qué dice la normativa ecológica sobre la ubicación del colmenar?
La normativa de producción ecológica en apicultura dice textualmente:
La situación de los colmenares deberá elegirse de forma que, en un radio de 3 kilómetros, las fuentes de néctar o de polen sean fundamentalmente cultivos producidos ecológicamente, vegetación silvestre o cultivos tratados mediante métodos con un bajo impacto medioambiental…
REGLAMENTO (CE) no 889/2008 DE LA COMISIÓN de 5 de septiembre de 2008. Artículo 13, punto 1 (2)
Como puede verse, y en contra de lo que pudiera pensarse, no es necesario que la finca donde se ubica el colmenar sea “ecológica certificada”.
Es suficiente que en un radio de 3 km en torno al colmenar la vegetación sea fundamentalmente silvestre. Pueden ubicarse incluso si en esos 3 km hay cultivos convencionales, siempre y cuando se trate de cultivos cuyo manejo por parte del agricultor no suponga un riesgo de contaminación para la colmena.
Un ejemplo de esto son los cultivos y prácticas agrícolas tradicionales, como puede ser la siembra de cereal de invierno de secano en zona de dehesa.
No obstante, cada caso concreto (tipo de cultivo y prácticas de abonado, tratamientos, tipo de explotación ganadera, etc) debe ser estudiado particularmente por los comités técnicos de certificación.
Debido a la variedad y cantidad de situaciones que pueden plantearse por distintos motivos (carreteras cercanas, núcleos de población próximos, etc), son muchas las dudas que se puede plantear un apicultor sobre la idoneidad o no del emplazamiento de sus abejas.
Por ello, lo mejor es contactar con el organismo certificador de la comunidad autónoma correspondiente y realizar las consultas oportunas.
Estos comités, en ocasiones, cuentan con cuadernos de normas técnicas o aclaratorias de régimen interno para solventar estas cuestiones que se presentan con frecuencia y que el reglamento europeo no define con la precisiones necesaria para solventarlas.
¿Es suficiente esta distancia para evitar la contaminación?
Los comités y el apicultor, a la hora de buscar y autorizar asentamientos respectivamente, deben prestar especial atención al primer km alrededor del sitio a colocar las colmenas (1km).
Este es el radio útil de pecoreo para la producción de la cosecha cuando llega la floración de primavera y que da lugar a la cosecha. Y ese espacio es el que más riesgo de contaminación supone.
Sin embargo, la normativa va más allá y establece limitaciones y prohibiciones en un radio de 3 km alrededor de las colmenas.
No obstante, las abejas pueden desplazarse a distancias muy superiores a los 3 km en busca de alimento, incluso a distancias superiores a los 5 km en épocas de actividad pero con floraciones más escasas.
Además, garantizar que la miel comercializada como ecológica no contiene pesticidas solo puede hacerse mediante análisis de laboratorio exhaustivos y regulares a todas las mieles comercializadas. Esto no se hace.
Estudio sobre el radio de vuelo de las abejas
Esto puede verse en el gráfico de abajo, correspondiente al estudio de Couvillon (3). En dicho trabajo estudiaron las distancias a las que las abejas se desplazaban en distintas épocas del año, en función de la disponibilidad de alimento.

El punto negro del centro representa la ubicación del colmenar. El primer círculo negro a su alrededor, el radio de 3 km., y el segundo círculo negro el radio de 5 km. En color rojo, las zonas más intensamente visitadas por las abejas; en naranja las siguienes y las azules las menos frecuentes pero también visitadas.
Como puede verse, en los dos gráficos de la derecha de la imagen (marzo, primaveras de 2010 – 2011), las abejas apenas vuelan más allá del 1-1.5km, sin llegar nunca a los 3 km.
Sin embargo, en verano (los dos gráficos de la izquierda), ante la falta de comida cerca, se desplazan incluso más allá de los 5 km. En otoño (los dos círculos centrales de la imagen), las abejas, en octubre de 2010 no superaron los 3 km, pero llegaron hasta los 5 en el otoño de 2011
Esto demuestra que, si existen recursos florales de cultivos convencionales a 5 kilómetros de distancia, especialmente en verano y otoño, podrían ser recolectados por las abejas de un colmenar ecológico ubicado a esa distancia.
Estudio sobre pesticidas en mieles ecológicas
El consumidor de productos ecológicos paga un precio mayor por una miel ecológica que por una convencional. Esta cantidad puede llegar a ser de hasta un 99 % más cara para la miel de romero ecológica frente a la de romero convencional, o del 85 % más cara en caso de la miel milflores (4).
Y lo paga para consumir un producto que, supuestamente, no debe contener residuos químicos de síntesis. Al menos así nos es vendida la agricultura ecológica.
En agricultura ecológica no se paga por un producto que «contiene menos pesticidas». Esa no es la percepción social del producto ecológico. Se paga por un producto con «residuo 0».
Sin embargo, garantizar eso pasa por analizar rigurosa y rutitariamente, por parte de los comités de certificación, las mieles ecológicas que sus apicultores ponen en el mercado. Y eso es algo que no se hace en algunas comunidades autónomas por falta de presupuesto.
Las mieles ecológicas no están exentas de contaminaciones de químicos de síntesis, aunque puedan ser accidentales y no atribuibles al apicultor. Pero sí es atribuible la responsabilidad al comité de certificación, por permitir la ubicación en zonas donde no debería y por no realizar los controles de calidad y residuos que debería hacer.
Y como ejemplo, este estudio, llevado a cabo en 2014 en Estados Unidos, para comprobar la presencia de glifosato en miel y productos a base de soja y maíz (5).
En el estudio y análisis se incluyeron 11 muestras de miel ecológica, comprobándose que 5 de ellas, un 45 % de las muestras, tenían residuos de glifosato.
Casos prácticos para la ubicación correcta del colmenar
La convivencia de las colmenas con el ganado y las especies de caza en cotos gestionados es habitual. El manejo de la caza y el ganado pueden suponer una fuente de contaminación para las colmenas.
La ubicación de un colmenar puede parecer correcta, en una finca de dehesa, donde alrededor del colmenar se laboree y siembre cereal tradicional para aprovechamiento a diente por el ganado, donde se realiza barbecho o otras prácticas tradicionales, etc.
El cereal tradicional (trigo, cebada, etc.) no es una planta con floración ni utilización por las abejas, con lo cual no hay riesgo de contaminación para las colmenas.
Sin embargo, la presencia de explotaciones de otro tipo de ganado (porcino, bovino, pollos, etc.) en las proximidades del colmenar, aunque su manejo sea “tradicional”, pueden suponer una fuente de contaminación para las colmenas, incluidas las explotaciones cinegéticas y cotos de caza.
Ejemplo práctico 1
En zonas de dehesa, es habitual la presencia de explotaciones de cría de Cerdo Ibérico.
Se trata de un tipo de explotación tradicional y extensiva, pero durante la mayor parte del ciclo de productivo los animales son alimentados con pienso compuesto molido, y tan solo una parte de los animales y durante un corto período de tiempo se alimentarán a base de hierba y bellotas en pastoreo.
Los comederos de los cerdos, ubicados en el radio de pecoreo de las abejas, serán visitados por estas, que recolectarán el pienso como si de polen se tratara, especialmente en épocas de floraciones escasas.
En la foto de abajo puede apreciarse la nube de abejas alimentándose en la tolva de los cerdos.

Estos piensos contienen correctores vitamínicos, a veces medicamentos y utilizan la soja como fuente de proteína.
Ejemplo práctico 2
La aplicación de tratamientos medicamentosos en ganadería (pollos, vacuno, porcino, etc) se suele realizar mediante su adición del medicamento al agua de bebida de los animales.
En épocas de escasez, las abejas visitan los bebederos de estos animales, consumiendo el mismo agua que ellos, que si está medicada puede provocar la presencia de residuos de estos medicamentos en la miel.
Se han señalado casos de presencia de tetraciclinas procedentes del agua de cebaderos de terneros.
He conocido un caso de residuos de sulfadimetoxina en una partida de miel. No es un medicamento de uso apícola. Se trata de un antibiótico que se usa en perdices como antiparasitario. El origen de la contaminación procedía del agua los bebederos de perdices en un coto de caza que era visitado por las abejas.
Conclusión y resumen
Como hemos visto, la ubicación del colmenar es de vital importancia para una apicultura exitosa, especialmente en apicultura ecológica.
Además de cumplir lo establecido en la normativa en cuanto a distancias se refiere, sería deseable evitar al máximo posible la presencia de colmenares próximos y no sobrecargar de colmenas el asentamiento para mejorar el control de varroa.
La distancia de 3 km. establecida por la normativa no garantiza que la miel y los productos de la colmena estén libres de residuos. Para garantizarlo, deberían hacerse análisis rutinarios a la miel y productos comercializados como ecológicos.
La presencia de explotaciones ganaderas en el radio de acción del colmenar supone un riesgo de contaminación para las colmenas.
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Referencias
(1) Mullin, Ch. A., y col. (2010). High levels of miticides and agrochemicals in North American apiaries: implications for honey bee health. PloS one, 5, (3), p. e9754 https://doi.org/10.1371/journal.pone.0009754
(2) REGLAMENTO (CE) no 889/2008 DE LA COMISIÓN de 5 de septiembre de 2008por el que se establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) no 834/2007 del Consejosobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, con respecto a la producción ecológica,su etiquetado y su control.
(3) Couvillon, M. J., R. Schürch, y F. L. Ratnieks (2014). Waggle dance distances as integrative indicators of seasonal foraging challenges. PloS one, 9 (4), e93495. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0093495
(4) El mercado de la miel ecológica en circuitos cortos de comercialización: el caso de Andalucía (España) . Póster. VIII Congreso Nacional de Apicultura . Granada (España) Noviembre 2016.
(5) Rubio, F., Guo, E., & Kamp, L. (2014). Survey of glyphosate residues in honey, corn and soy products. J. Environ. Anal. Toxicol, 5(249), 2161-0525. DOI: 10.4172/2161-0525.1000249