Nueva York y Londres son las dos ciudades del mundo en las cuales surgió el movimiento mundial de apicultura urbana. Te cuento la historia completa.

INDICE DE CONTENIDOS
- El boom de la apicultura
- ¿Por qué este aumento?
- El papel del Síndrome de Despoblamiento (CCD)
- La apicultura urbana años atrás
- Doolittle, apicultor urbano
- La apicultura urbana hoy
- Regulación legal de la apicultura urbana en Nueva York
El boom de la apicultura
La apicultura y las abejas están de moda. Asistimos a un auténtico “boom” de la actividad apícola a nivel mundial y, por supuesto, en España. También a una explosión de la apicultura urbana en distintas ciudades del mundo.
Este aumento de apicultores, abejas y colmenas, se ha producido de forma similar en todo el planeta, aunque con ciertas connotaciones según las zonas.
Mientras que en países como Estados Unidos este aumento de apicultores se ha producido principalmente en el ámbito de la apicultura como hobby, en España, si bien esto también ha ocurrido, además, se ha producido un aumento considerable del número de colmenas manejadas por apicultores que tienen la apicultura como una actividad comercial, ya sea a tiempo completo o como actividad secundaria o complementaria a su renta principal.
En España entre 2006 y 2012 el número de colmenas se ha incrementado un 12%, un aumento que también se ha producido en el ámbito global de la UE, con un 2,8% en 2011/2013 respecto al trienio anterior.

¿Por qué este aumento?
Las causas de este incremento habría que buscarlas en el “efecto llamada” que pueden tener las ayudas económicas a la apicultura que existen en Europa y España y en la crisis económica.
Apicultores ya instalados han aumentado el número de colmenas tratando de incrementar el número de explotaciones y colmenas subvencionables bajo la unidad familiar, por un lado.
Por otro, nuevos apicultores, ajenos totalmente antes a la actividad apícola, han buscado refugio en las abejas como actividad económica ante la falta de alternativas en el mercado laboral.
Pero es en el marco de la apicultura como hobby donde habría que encuadrar la Apicultura Urbana, y los motivos de esta explosión de colmenas urbanas en el mundo tiene un origen y motivación diferente al de la apicultura como actividad económica.
El papel del Síndrome de Despoblamiento (CCD)
En este contexto, la explicación habría que buscarla, entre otras cosas, en la popularidad, en el “salto a lafama” de las abejas gracias al Síndrome de Despoblamiento de las Colmenas (SDC) o Colpaso de las Colonias (CCD, Collony Collpase Disorder).
Es propio de la condición humana no valorar las cosas hasta que las perdemos o no las tenemos, y la posible desaparición de las abejas y las supuestas catastróficas consecuencias que ello traería al ser humano han encendido todas las alarmas.
Paradójicamente, tenemos mucho que agradecer al CCD, pues nunca antes se habían dedicado tantos esfuerzos investigadores a la abeja, lo que ha permitido una profundización muy grande en el conocimiento de todos los aspectos de su biología y ecología.
Gracias también al CCD las abejas se han ganado un lugar en el corazón del ciudadano de a pie, y personas que antes sólo sabían sobre las abejas que picaban y que producían miel, ahora hablan con verdadero cariño de ellas y destacan su papel fundamental como polinizadores y elementos básicos para el mantenimiento del orden vital de los ecosistemas y nuestro sistema de provisión de alimentos.
En este caldo de cultivo perfecto, el deseo de los neoyorkinos y londinenses de producir sus propios alimentos ha sido el verdadero motor de la apicul- tura urbana en tiempos modernos.
Y desde allí, Nueva York y Londres, se ha producido luego su difusión al mundo entero.
La apicultura urbana años atrás
Pero no es éste un fenómeno propio de nuestros “tiempos modernos”, la apicultura en las ciudades o en el entorno urbano no es nada nuevo.
Como veremos más adelante en este artículo, las colmenas siempre estuvieron presentes en parques y jardines del entorno urbano desde muy antiguo.
Además de esto, la apicultura, en realidad, siempre fue una actividad urbana en muchas zonas del mundo antes del advenimiento y generalización del transporte motorizado.
¡No había coches! No había otro sitio mejor para tener tus abejas que en el patio de tu casa, cerca tuya, de otra forma era imposible atenderlas.
En Estados Unidos, por ejemplo, tan sólo con la búsqueda de la explotación comercial de las abejas que se produjo tras la invención de la colmena de cuadros móviles por Langstroth, patentada en 1852, se empiezan a buscar localizaciones fuera del ámbito de la casa del apicultor donde pudieran albergarse un número más elevado de colonias y aumentar así el número de colmenas que poseía y con ello la producción y los ingresos que se derivaban de ellas.
Es lo que los americanos empezaron a llamar “out-apiary”, para referirse a esos colmenares alejados del domicilio del apicultor, en contraposición a las colmenas que eran mantenidas casi como otros animales domésticos del hogar.

Doolittle, apicultor urbano
En este sentido, un clásico de la literatura apícola es el libro de Doolittle, menos conocido que su famoso “Cría Científica de Reinas” (1889), pero no menos interesante, “A year’s work in an out-apiary” (1908).
En él explica el manejo que realizaba en su colmenar alejado de casa, al que debía acceder en coche tirado por caballos, de forma que hubiera que hacer las menos visitas posibles y obtener aún así el máximo posible de rendimiento de las abejas.
Ya en tiempos de Doolittle, la polémica y el conflicto por la ubicación de colmenas en zonas urbanas era una realidad,
No sabemos si tuvo que buscar estos asentamientos alejados de su casa (“out-apiary”) por cuestiones legales.
Doolittle era natural del condado de Onondaga, estado de Nueva York, y vivió en Borodino, en el mismo Estado. En su época, año 1901, y en su zona, y concretamente en la ciudad de Rochester, hubo un intento de prohibir la apicultura dentro de los límites de la ciudad.
La sentencia de un juez dejó sin efecto una ordenanza que trataba de prohibirla, después de que un apicultor local se negara a dejar su actividad. La defensa del apicultor fue ejercida por la Asociación Nacional de Apicultores, que ganó finalmente el juicio.

La apicultura urbana hoy
Pero, como decía antes, el fenómeno de la apicultura urbana, tal y como lo conocemos en la actualidad, como movimiento social catalogable y dotado de contenido “filosófico”, nace en la ciudad de Nueva York.
En dicha ciudad, existe desde hace unos años un creciente interés por actividades que tradicionalmente se han desarrollado en zonas rurales y no dentro de las ciudades, como son el cultivo del huerto para la producción de verduras y hortalizas y la cría de pollos, tanto para la producción de huevos como de carne.
Se trata de actividades desarrolladas para el autoconsumo, y se enmarcan dentro de movimientos sociales relacionados con la soberanía alimentaria y la agricultura orgánica, y que demandan conocer qué es lo que comen, de donde vienen sus alimentos y proveer- se de los mismos a nivel local para disminuir la huella ecológica de su forma de alimentación.
A este interés por la actividad hortícola y la cría de pollos, en los últimos años se ha sumado el interés por las abejas y la apicultura, a lo cual ha con- tribuido notablemente la popularidad alcanzada por éstas fuera del ámbito de los apicultores.
Con la práctica de la apicultura, además del abastecimiento de productos de la colmena, los neoyorkinos alegan encontrar en esta actividad una forma de relajarse y entrar en contacto con la naturaleza en un entorno, el de su ciudad, hostil para este fin.

Regulación legal de la apicultura urbana en Nueva York
Actualmente, la apicultura en la ciudad de Nueva York es legal y está regu- lada, pero no siempre fue así. En el año 2000, la administración del entonces alcalde Giuliani prohibió la apicultura incluyendo a las abejas en la “lista de animales salvajes” prohibidos dentro de la ciudad, listado recogido en el artículo 161 del Código de Salud de la Ciudad de Nueva York, del Departamento de Salud e Higiene Mental.
En esa lista se encuentran, de forma genérica, cualquier animal o tipo de insecto venenoso, incluyendo,pero no limitado a ellos, abejas, avispones y avispas. También se incluyen tigres y leones.
El objetivo no es otro que mantener fuera de la ciudad cualquier animal potencialmente peligroso para los ciudadanos.
Pero en el año 2006, las autoridades de la ciudad levantaron la prohibición, y ahora puede practicarse la apicultura.
Para ello el apicultor debe registrarse y seguir ciertas normas establecidas por dicho Departamento para su desarrollo, de forma que la actividad no suponga un peligro ni una molestia para los vecinos.
La Asociación de Apicultores de la Ciudad de Nueva York asesora a sus miembros acerca de cómo practicar la apicultura dentro de este marco legal establecido por las autoridades de la ciudad, que marca ciertos criterios de manejo para garantizar una apicultura segura para todos, apicultores y sobre todo vecinos.
De forma análoga a Nueva York, la ciudad norteamericana de Madison consiguió la legalización de la apicultura con la aprobación de una orde- nanza promovida y elaborada con el asesoramiento de los propios apicul- tores.
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